miércoles, 8 de octubre de 2008

las razones que son, sólo son porque existen y tienen nombre, en la soledad de una noche elegida al azar por el destino, donde la luna apenas se mira en el cielo rodeada de nubes y apenas con un lucero, tengo que aceptar que no sé que es lo qué siento, no sé qué me llevó al estado de pensar en que de pronto no te tengo, a pensar que no es más que una nada y un todo lo que en ocasiones nos separa.
No sé si se trata de un absurdo de mi imaginación o de la necesidad de un ciclo inconsciente por buscar la libertad de dos seres que se aman, te pienso, me piensas pero a veces no sé si me sientes, no sé si el sueño es en verdad una escapatoria para huir de nosotros mismos o si en verdad existe.
Después de mucho tiempo mis lágrimas corrieron cual torrente de lluvia, hoy, después de casí diez meses sentí un vacío en el centro de mi pecho, hoy sentí esa sensación de soledad absurda que solía sentir muy a menudo, hoy, no te culpo, no te resposabilizo de lo que siento, no te acuso de cobardía ni mucho menos.
Hoy creo que soy yo, la que no sabe a dónde mirar, hoy creo que soy yo, la que no sabe qué pensar ni qué sentir ni nada.
hoy sólo tengo certeza de que te quiero que te amo y que no sé qué hay más allá de los puertos grises.